El Atlético de Simeone, con la pizarra en la mano, ha hecho un partido de sobresaliente ante el Villarreal. Sin conceder ocasiones, los rojiblancos no perdieron el orden jamás... pero no todo en el fútbol es o debe ser rigor táctico. Sin chispa, el equipo del Cholo no tiró ni una sola vez entre palos y con 0-0 hizo un cambio que habría recibido pitos si hubiera habido público en el Wanda.
Porque, necesitando gol y cuando aún quedaban más de 15 minutos, Simeone hizo uno de esos cambios que dan una idea al equipo. Una idea que, en este caso, era la de que el 0-0 no era tan malo. Con ese resultado, el Cholo sacó del campo a Joao Félix para dar entrada a Héctor Herrera.
Lo que viene siendo un cambio defensivo de toda la vida, mirando los nombres de uno y otro, en un momento en el que si se quieren títulos hay que ir a por los partidos. El portugués, eso sí, no tuvo su mejor día en la oficina, pero en el banquillo había nombres como los de Vitolo y Lemar que podían haber refrescado el aspecto ofensivo del Atlético.
Pero, a pesar del 0-0, de no tirar ni un tiro a puerta y de encaminarse hacia su segundo empate a cero consecutivo, Simeone sacó al verde a un mediocentro por el jugador más talentoso de toda la plantilla. Uno que, tras su exhibición contra el Granada y su buena segunda parte ante el Huesca, volvió a donde menos luce.
Volvió a la banda. A la izquierda en este caso. Simeone hizo que Joao Félix ocupase dicha demarcación y perdiera la libertad de movimientos que sú tuvo ante los nazaríes en un duelo que acabó 6-1. En la línea de cal, el portugués no apareció.
Mario Gaspar, en un gran partido, le secó. Apenas entró en contacto con el balón y tanto él como el resto estuvieron completamente desaparecidos. Si Joao no está, o si no le buscan ni le encuentran, el Atlético lo nota.
Cuando por fin parecía volver a su estado natural, detrás del delantero (Diego Costa), tras la entrada al campo de Yannick Carrasco, Simeone decidió sacarle del campo. Apenas estuvo ocho minutos en la que, como ha quedado claro en partidos pasados, es la posición en la que mejor se encuentra.
A buen seguro habría habido pitos para el cambio de Joao Félix por Héctor Herrera. No por quien dejó el campo, sino más bien por quien entró a él yendo 0-0 el partido.
En tres partidos, el Atlético suma cinco puntos y ya son dos los empates en su casillero de estadísticas. Los dos, además, sin encajar goles... pero también sin marcarlos. Y cuando tienes la pólvora que tienes en el campo, algo falla en el planteamiento.
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