Leigh Nicol, jugadora del Crystal Palace, ha concedido una entrevista a 'Sky Sports' donde ha contado el sufrimiento que padeció al ser víctima de un hackeo en su móvil.
En 2019 se difundieron unas imágenes y vídeos íntimos de la futbolista que llegaron a aparecer en páginas web de adultos.
La jugadora, de 18 años, se enteró por un mensaje de Instagram, en el que un hombre le envió un comprometido vídeo suyo que había en internet.
"Tengo sobrinas y sobrinos que están llegando ahora a esa edad, que se sienten orgullosos de mí y que quieren buscarme en Google, pero es imposible hacerlo sin que mi nombre esté pegado a la suciedad. El hecho de que jugara al fútbol hizo que las imágenes se difundieran rápidamente sin que yo pudiera controlarlo", declara la centrocampista.
La difusión de fotos y videos suyos afectó notablemente a Leigh. La jugadora padece ansiedad y depresión y reconoce que aún sigue recuperándose del acoso que ha sufrido, porque no lo ha logrado superar del todo.
"Puedo entender por qué la gente se suicida por cosas como esta porque yo no sé cómo logré superarlo. Fue necesario un cambio de perspectiva y rodearme de la gente adecuada. Sin ellos estoy segura de que todo sería diferente. Entré en un círculo vicioso. Nunca hubo un momento de tranquilidad. Todavía sufro ansiedad y tengo momentos en los que no puedo levantarme de la cama", afirma la futbolista.
Tras cerrar su cuentas en redes sociales, Nicol afirma que sigue recibiendo mensajes inapropiados: "Todavía recibo comentarios. Al menos uno por noche. Lo he llegado a normalizar y eso me duele. Es frustrante que me reconozcan sólo por eso".
Agradecida por la oportunidad en el Crystal Palace: "No les importa mi pasado"
Muchos clubes se hicieron eco del escándalo y varios de ellos la rechazaron en su momento: "No querían que mi nombre se identificara con su club y con su marca. Puedo entender eso desde una perspectiva comercial, pero no soy sucia. Soy una buena persona".
Pero el equipo del sur de Londres quiso apostar por ella sin fijarse en el episodio de su pasado del que ella no tuvo culpa alguna.
"Estoy muy agradecida por haber encontrado un club como el Palace que me permite ser yo misma. No les importa mi pasado y me ofrecieron la oportunidad de ponerme en forma y volver a entrenar y jugar", concluye la escocesa que ha vuelto a sonreír gracias al fútbol.