Hay empates a cero que dicen más que la goleada más escandalosa. Este bien podría ser uno de esos casos, aunque más que por la belleza del partido, podría decirse que es por el hecho de que se disputase.
Corea del Norte recibía por primera vez en su historia a Corea del Sur en suelo norcoreano y en partido oficial, concretamente en el estadio Kim Il-sung de Pyongyang.
Antes, también se habían enfrentado en un amistoso que también se celebró en Pyongyang en 1990, pero en esta ocasión ha sido el primer partido oficial, en concreto, un partido clasificatorio para el Mundial de 2022.
Este partido no se ha podido ver en ningún lugar del mundo, ni siquiera había gente en las gradas. Tampoco han acudido periodistas surcoreanos, todo ante el 'no' del gobierno de Kim Jong-un.
Los únicos que recibieron un visado fueron el cuerpo técnico y los jugadores surcoreanos, algo que también recibió el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que según el gobierno surcoreano acudió al partido.
La única duda que queda es si Corea del Norte entregará un DVD con las imágenes del partido como se comprometió a entregar.