Desde antes que arrancara el Clásico femenino entre Real Madrid y FC Barcelona en el Estadio Alfredo Di Stéfano, ya se palpaba la tensión entre jugadoras de ambos equipos.

Aitana Bonmatí le negó el saludo a Misa, portera del Madrid, y esta, concluido el partido, se fue hacia la culé para recriminarle su actitud.

Tras el partido, en redes sociales, comenzaron los dardos. Primero fue la propia guardameta canaria, que incidió en los valores de "humildad, respeto y corazón" del equipo.

"Esto sigue, orgullosa de ser madridista, de los valores de este club, humildad, respeto y corazón. Lo siento por no ser capaces de estar a la altura en estos partidos, pero lo estaremos, esto es el Real Madrid. Lo que hoy es dolor y frustración, en un futuro se convertirá en triunfos y alegrías. Toca levantarse", reza su mensaje.

Fue entonces cuando Bonmatí respondió sacando pecho por el resultado: "La verdad sólo la sabemos las que estamos en el campo. ¿Evitar polémicas es dar la espalda? Basta especulaciones y desinformación. ¡Quedémonos con el resultado de hoy, Força Barça!".

Cuando parecía que se habían calmado las aguas, Olga Carmona, jugadora del Madrid, volvió a la carga en redes: "Ayer no fue nuestro mejor partido. Deportivamente nos queda mucho por mejorar y mucho camino por recorrer en este viaje que acabamos de emprender pero, qué difícil y costoso debe ser tener que mejorar valores como el respeto, la educación y la humildad entre personas. ¡Seguimos!".

Esta tensa situación viene devenida del conflicto en la selección española con el seleccionador, Jorge Vilda. 15 jugadoras con las culés como punta de lanza firmaron un documento al que no se unieron las merengues, lo que se interpretó como una división en bandos que ha llegado hasta el fútbol de clubes. El Mundial del verano que viene, en la mira ante la evolución de los hechos.