El 14 de agosto de 2020 fue un día negro en la historia deportiva del Barça. Los culés perdieron por 2-8 ante el Bayern de Múnich en la Champions League, que se disputó en Lisboa entre los ocho equipos que restaban en un torneo que se paró por la pandemia del coronavirus.
Quique Setién, en aquel entonces entrenador del Barça, tuvo al equipo de vacaciones hasta escasos días del encuentro ante el Bayern. Además, ni se prepararon en Lisboa, algo que sí hizo por ejemplo el mismo club alemán.
Sin prácticamente entrenar, los azulgranas se plantaron en el verde lisboeta y se llevaron ocho. El cántabro ni puso a Ansu Fati ni a Griezmann en el once titular.
Cuatro goles en media hora
Al descanso, más bien a la media hora, ya iban cuatro goles en el marcador del Bayern. La remontada, prácticamente imposible, y la imagen de Messi en el vestuario totalmente abatido lo ponía incluso peor.
Con todo, Luis Suárez hizo el 2-4 a falta de media hora... pero hasta ahí llegó todo. Después de su tanto, otros cuatro goles más.
Doblete de Coutinho
Lo aún más doloroso fue que Coutinho, jugador del Barça cedido al Bayer, hizo los dos últimos goles de una goleada a la que se sumaron Kimmich y Lewandowski.
El encuentro fue de los que dejan huella y secuelas. El proyecto deportivo del Barça dio un volantazo, con Luis Suárez siendo señalado y yéndose prácticamente gratis al Atlético, que al final resulto ser campeón de LaLiga con el uruguayo como gran valedor.
Además, el burofax de Leo Messi pidiendo salir, algo que no sucedió el pasado año, y el adiós de Quique Setién para dar paso a Ronald Koeman.
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