Como sucediera hace unos años con el Atlético de Simeone, con ese Atlético que ganó la Liga, el Real Madrid está haciendo del balón parado su mayor arma para solventar partidos complicados. El equipo blanco salió con los tres puntos de San Mamés gracias a un tanto de Casemiro en un corner lanzado por Kroos, que supuso el 1-2 apenas dos minutos después del empate de Aduriz. Benzema, que realizó un encuentro muy completo, hizo el primer tanto a pase de Cristiano.
El Athletic salió arrasando, quizá espoleado por su público o por un Real Madrid que, como suele ser habitual, comenzó excesivamente timorato. Apenas fueron capaces los blancos de trenzar tres pases en los primeros 15 minutos ante la gran presión vasca, presión que se tradujo en dominio y en presencia, pero en apenas ocasiones claras. Con todo, el 1-0 parecía más cerca que el 0-1, y parecía más probable incluso que el que el 0-0 se mantuviera demasiado tiempo en el marcador.
Benzema ejerce de todocampista
Pero cuando no aprovechas tus minutos ante un Real Madrid al final lo pagas, y poco a poco la bestia se fue despertando. Lo hicieron gracias a Benzema. En un partido escaso en el mediocampo, Karim se puso el traje de '10', el de '8', el de '11' y mantuvo el de '9'. El francés era la brújula blanca, y si el cuero pasaba por sus botas la jugada mejoraba. Poco a poco eso fue sucediendo más, y Cristiano avisó con un gol bien anulado que supuso la antesala del 0-1.
Fue, cómo no, obra de Benzema. El francés puso en las redes un ataque bien llevado por el Real Madrid. Rápido, preciso y efectivo, con pocos pases y con las ideas claras. Cristiano Ronaldo, tras recibir un balón de Casemiro, puso la bola para Karim y para que este, con un tiro cruzado que cogió a contrapié a Kepa, diera ventaja a un Real Madrid que a pesar de sufrir durante los primeros minutos mejoró y terminó con fuerza el primer acto.
En el segundo fue Iñaki Williams al que más enchufado se veía. El extremo llevó a la locura a Marcelo y dotó de electricidad al ataque vasco, mientras que el Real Madrid, agazapado, esperaba una contra para finiquitar el partido. Sin embargo, Aduriz acertó con la cabeza para poner el 1-1 tras una acción de Williams y de Raúl García... pero poco duró la alegría en San Mamés.
De nuevo, el balón parado
Y es que acto seguido el Real Madrid volvió a recurrir a su mayor especialidad esta temporada: las jugadas a balón parado. Les volvió a salir, aunque esta vez no fue Sergio Ramos. Kroos lanzó un corner, prolongó Cristiano, y Casemiro, completamente solo, tuvo tiempo para controlar y para batir a un Kepa que estaba ya vencido. Uno a dos, y de nuevo el guión del 0-1 se repitió con el Real Madrid agazapado, sin necesidades. Esperando su momento.
El momento no llegó, y la mayor noticia en los últimos minutos fue el cambio de Cristiano Ronaldo por Isco. Tres puntos más para la mochila del Real Madrid en un duelo sin demasiadas ocasiones que decidió, nuevamente, una jugada a balón parado. La estrategia sigue dando alegrías al cuadro de Zidane.