Con un doblete de Cristhian Stuani y un tanto de Pedro Alcalá, el Girona se impuso al Celta de Vigo de Antonio Mohamed, uno de los equipos revelación en estas primeras jornadas de competición, por 3-2 que le permite situarse en el sexto lugar de la clasificación, en posiciones de Europa League.
La marcha de Pablo Machín al Sevilla podía parecer traumática para el conjunto rojiblanco, pero su sucesor en el banquillo del Estadi Municipal de Montilivi, el vallisoletano Eusebio Sacristán, incluso mejora los números del soriano, con siete puntos en los cuatro primeros encuentros de liga.
Después del intercambio de golpes inicial, el conjunto local intentó hacer valer su superioridad técnica en el centro del campo, con tres futbolistas de la clase de Borja García, Àlex Granell y Douglas Luiz, que ha empezado su segunda aventura en Montilivi como titular en el pivote del 3-5-2 de Eusebio Sacristán, para acercarse con peligro a la portería de Sergio Álvarez.
Lo consiguió en el minuto 6, cuando Portu, con muchas ganas de reconectar con la afición rojiblanca después de frustrarse su fichaje por el Sevilla de Pablo Machín en el último día del mercado de traspasos, estuvo a punto de anotar el 1-0.
El habilidoso atacante murciano recibió una asistencia fantástica de Borja García en el área pequeña, pero se enredó y el esférico acabó en las manos del arquero del Celta.
Los visitantes, que, en la primera mitad, dispuestos en un 3-4-3, dominaron la posesión de una forma tan tímida como estéril, respondieron cinco minutos después por mediación del danés Pione Sisto, que estuvo cerca de sorprender a Bono con un potente disparo desde la frontal que salió rozando la escuadra.
Finalmente, fue el Girona el que estrenó el electrónico de Montilivi. En el minuto 21, Cristhian Stuani, el quinto máximo goleador de la temporada pasada en Primera División, remató un buen centro de Aday Benítez desde el flanco derecho del ataque gerundense para romper el empate con su segundo gol de la temporada.
El propio Aday incluso pudo aumentar distancias unos minutos después, pero su disparo desde el vértice del área se marchó desviado.
Con todo, del posible 2-0 se pasó al 1-1 cuando, en el minuto 34, Iago Aspas, el futbolista franquicia del conjunto de Antonio Mohamed, transformó una falta directa desde la frontal del área con un zurdazo imparable para Bono.
El tanto del Celta, sin embargo, no deprimió al conjunto local, que, espoleado por los 9.849 aficionados que acudieron a Montilivi, volvió a ponerse por delante en el marcador tan solo dos minutos después de encajar el empate.
El segundo tanto de los discípulos de Eusebio lo anotó Pedro Alcalá. El central murciano, titular en el eje de la defensa rojiblanca por segundo encuentro consecutivo, se elevó entre la defensa viguesa para rematar un córner servido por el capitán local, Àlex Granell.
Después del intermedio, el Celta dejó claras sus intenciones de ir a por el empate, especialmente con el cambio, indiscutiblemente ofensivo, de Júnior Alonso por Sofiane Boufal.
Los vigueses incluso se asomaron con cierto peligro al área de Bono; pero, de nuevo, fue el Girona el que, haciendo gala del espíritu competitivo e incansable que le hizo ganarse tantos elogios en su primera temporada en la máxima categoría del fútbol, estuvo más acertado de cara a portería.
En el minuto 56, un veloz contraataque comandado por Portu acabó en las botas de Cristhian Stuani, que marcó el 3-1 a placer.
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En las postrimerías del encuentro, el marroquí Sofiane Boufal recortó distancias para el Celta de Vigo, pero los tres puntos acabaron quedándose en el Estadi Municipal de Montilivi, donde el Girona acumulaba hasta siete encuentros consecutivos sin conocer la victoria.
