Corren buenos tiempos en la Castellana. Buenos y felices, porque todos ríen y sonríen. Porque la 'felizidane' ha regresado. El Real Madrid, en el momento más importante de su temporada, ha cogido velocidad de crucero para ir a visitar al PSG con todo listo y con todos en forma. Goleada al Alavés por 4-0 en el regreso de la BBC, con Cristiano marcando dos tantos y con Bale y con Benzema, cuestionados día sí y día también, haciendo los otros dos.

Porque volvieron los tres a jugar juntos. Podría decirse que volvieron 'a la fuerza', pero bendita 'fuerza' es tener a Asensio no disponible y ver que tienes a Bale para ocupar su lugar. El galés formó, otra vez, de titular, pero lo hizo más atrás. Lo hizo por la izquierda, formando en la medular con Casemiro, Kovacic y Lucas Vázquez. Arriba, Cristiano y Benzema. Zidane adaptó el 4-4-2 que tan bien le sienta a los suyos con sus tres jugadores más destacados.

El Alavés eso sí también tenía algo que decir. Lo dijo, al menos en la primera parte. Al menos hasta el minuto 44, los vascos que con Abelardo irían terceros hasta su visita al Santiago Bernabéu, dieron la cara y bordearon el gol durante varias ocasiones. Keylor, y una zaga sin Ramos ni Marcelo, dieron la talla, y la gran noticia más que los cuatro goles finales a favor de los blancos fue incluso que en el marcador del rival había un cero. Sí, el Real Madrid acabó con la portería a cero.

Sin embargo, y a pesar de las intentonas vascas, el Real Madrid también lo intentaba. Y de tanto intentarlo llegaron los goles. Lo hicieron en dos momentos clave. El primero, justo antes de acabar la primera parte, con un Cristiano que se giró de forma notable desde dentro del área para marcar. El segundo, nada más volver de vestuarios. Bale batió bien a Pacheco para poner el 2-0 en el luminoso.

Los dos goles llegaron tras asistencias de Benzema. El criticado y pitado Karim Benzema. El galo repartió juego, cosa que hace casi siempre, y también marcó un gol en el Bernabéu. Fue el cuarto, el que cerró la goleada. Y fue desde los once metros. Cristiano le cedió el balón y el francés colocó el cuero imposible para Pacheco.

Podía haberlo tirado Ronaldo, lanzador oficial, para completar su 'hat trick' de haber marcado, pero se lo dio al francés. El portugués celebró con él el primero de la cuenta blanca y de la suya, y el 3-0 también. Ya lleva 300 goles Cristiano en Liga.

Así que sí, ha vuelto la 'felizidane'. El Real Madrid gana, convence y sus jugadores sonríen. Sonríe Cristiano, que marca por partida doble. Sonríe Bale, que también marca. Y también lo hace Benzema, que dio dos asistencias y anotó un gol. Y Ceballos, que jugó 20 minutos. También Theo, que completó un gran partido. Y Keylor, que se fue con la portería a cero... Todos sonríen ahora, y eso es bueno para ellos y malo para el PSG.

libre martin

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