El Real Madrid se levantó de su eliminación copera y asestó un golpe a LaLiga Santander, con un triunfo de oro tras el fallo de sus perseguidores, en un ambiente de juicio permanente en el Santiago Bernabéu, donde los goles calmaron el clima en una grada que desesperó a Cristiano Ronaldo. De nada sirvió la petición de cariño de Zidane y Sergio Ramos. El ambiente en el Bernabéu ha pasado de la ilusión a la tensión continua, al examen detallado por cada acción a futbolistas de la grandeza de Cristiano.
Nadie se salva del juicio popular. Es la histórica exigencia de una afición que no entiende de bajones. Con la cruz puesta a Danilo, la duda continua sobre la figura de Benzema, la onda expansiva llegó al jugador que peor soporta los silbidos. Cristiano reaccionó mal. Con insultos a la grada, negando con la cabeza cuando le castigaban el error. El Real Madrid, inmerso en un mar de dudas tras un enero para el olvido, quiso tirar de actitud para levantarse, pero es inestable.
Echando de menos a figuras claves en su juego, como Luka Modric en la construcción o Dani Carvajal y Marcelo en los laterales, solo los impulsos con el balón de Kovacic y la velocidad de Lucas Vázquez ante un superado Kevin aparecían como argumentos de inicio de un Real Madrid que debía salir a morir tras los errores de sus rivales en la jornada, pero que mostraba su impotencia.
La Real Sociedad, bien asentada en el campo, aprovechaba la incertidumbre. Como cualquier rival que pisa el Bernabéu últimamente, se sintió dominador y con la capacidad de hacer daño. Se topó con Keylor Navas en una falta envenenada de Willian José, que segundos más tarde no encontraba puerta con un testarazo que desesperaba a la parroquia a madridista. Su equipo tenía problemas en la construcción, con Kroos visiblemente cansado y solo el rival chutaba a puerta. Canales volvía a probar la fiabilidad de Keylor, mientras que en el otro área no aparecían Benzema ni Cristiano.
Kovacic marca en el dominio vasco
El Real Madrid no tiraba a puerta y el único acercamiento era un escorzo de Lucas Vázquez con remate a las nubes. Llegaban los pitos a Cristiano, su respuesta a la grada y en el campo. De sus botas nacía un pase al desmarque de ruptura de Kovacic por el centro de la defensa rival. Superó la salida de Rulli con facilidad, por abajo, haciendo gol del primer tiro entre los tres palos. El tanto debía restar nervios al Real Madrid para recuperar sensaciones al contraataque ante su falta de fútbol, pero la Real Sociedad pudo empatar en un resbalón de Danilo.
Debía arriesgar el equipo de Eusebio Sacristán si quería reflejar su gusto por el fútbol en el marcador. Adelantó líneas y fue un caro peaje en el Bernabéu. Concediendo espacios invitas al Real Madrid a desatar su velocidad y de golpe, los de Zidane, encontraron la mejor fórmula para resolver. Kovacic cerraba su gran partido asistiendo a Cristiano Ronaldo, que en carrera y con tiempo para pensar enterró su mala racha en los mano a mano asociándose a la calma. Picó el balón con calidad para superar a Rulli y se desquitó de lo vivido con una gran celebración.
Benzema se marcha... y gol de Morata
Restaban 40 minutos de incapacidad para una Real Sociedad que ya nunca inquietó a Keylor Navas y con viento a favor para el líder, que sin lucimientos cumplía con la obligación de ganar, para volver a meter tierra de por medio con sus rivales por el título al aprovechar los errores de Barcelona y Sevilla.
En el momento más bajo que se le recuerda, la confianza ciega de Zidane en Benzema duró en esta ocasión 66 minutos. Otro partido nulo del francés que hace cuestionar los pocos minutos para Morata. Salió el delantero canterano, le anularon un gol por posición ilegal y marcó el tercero tras un gran pase de Lucas Vázquez para meter picante a un debate más en la casa del líder.