La Real Sociedad prolongó su grave crisis de resultados con otra derrota en Anoeta, en esta ocasión ante un Celta que hizo gala de su poder ofensivo con los goles del internacional español Iago Aspas y el uruguayo Maxi Gómez.
El partido estuvo igualado en una primera mitad que reflejó el potencial ofensivo de ambos conjuntos, tercero y cuarto más goleadores de la competición, un fútbol loco que a los donostiarras no les va nada bien esta temporada.
Las cosas, sin embargo, empezaron muy bien para los blanquiazules que a los diez minutos de juego se adelantaban en el marcador tras un centro de Xabi Prieto que el brasileño Willian José, protagonista en el primer periodo, elevó a gol de forma magistral.
El Celta le dio la vuelta
Se las prometían felices los aficionados que acudieron a Anoeta para ver si en el inicio de esta segunda vuelta veían la versión buena de su equipo, como buscaba el cuestionado Eusebio Sacristán, pero la alegría duró poco porque los celtiñas, también muy ofensivos, lograron el empate desde el punto de penalti con un acertado Iago Aspas, que anotó su duodécimo tanto en la liga.
El portero argentino Gero Rulli, en su temporada más difícil desde que llegó a la Real, salvó los muebles de su equipo en la primera mitad en la que intervino con acierto para sacarle un balón de gol al danés Pione Sixto. El partido continuaba con un vaivén de emociones, según atacaba la Real y respondía el Celta y nuevamente Mateu Lahoz observó penalti, en este caso a favor de los locales, en una entrada de Lobotka a Canales.
La pena máxima la erró Willian José al estrellar su tiro en el larguero. La Real fue claramente a por el partido en la segunda mitad, Eusebio metió a Mikel Oyarzabal para darle mayor mordiente en los últimos metros y el Celta se defendió con orden mirando siempre de reojo la portería de Gero Rulli.
Eusebio, situación límite
Parecía más cerca el gol de la Real porque su adversario gallego se encerró en su área y no se alejó de ahí hasta el minuto 73, en una buena jugada colectiva que terminó en libre directo.
Wass, a la misma distancia desde la que batió hace una semana a la Real Leo Messi, estrelló su centro en la barrera pero el saque de esquina lo botó el propio danés para servir un balón de oro a Maxi Gómez que el delantero uruguayo, de excelente cabezazo, tradujo en el segundo, el de la victoria, para su equipo.
Eusebio lo intentaría con todo, al meter como revulsivo para los diez últimos minutos a Imanol Agirretxe, que prácticamente no ha jugado en los dos últimos años, pero esta Real está negada y el Celta no sufriría mucho para enlazar su segunda victoria consecutiva y progresar algunos puestos en la clasificación.