Un Valencia discreto, sobre todo en el segundo tiempo, se impuso a la Real Sociedad que, en muchas fases del encuentro fue superior a su rival y que no tuvo la suerte de cara en las jugadas clave del choque. El segundo tanto local estuvo precedido por un fallo del meta Toño Ramírez y el arquero brasileño Neto desbarató poco después una acción en la que es inexplicable que la pelota no entrara en la meta del Valencia.
El encuentro dio comienzo con una fase de control de juego por parte de la Real Sociedad, que se adueñó del balón, aunque sin profundidad. A medida que pasaban los minutos, el Valencia, conducido por Parejo, con el apoyo del francés Francis Coquelin y de Carlos Soler, crecía, aunque le costaba transformar su mejoría en claras ocasiones de gol.
De hecho, la primera de que dispuso fue la el 1-0, tras un balón robado en el centro del campo que Martín Montoya envió a Santi Mina para que, de cabeza, batiera a Toño.
Apretó más el Valencia hasta el descanso, sin que la Real le inquietara y el encuentro llegó a su ecuador con mínima ventaja local. El equipo de Eusebio Sacristán volvió a dominar en el inicio de la reanudación, aunque con mucha más presencia en el área rival que en el primer periodo y tras una buena recuperación a la salida del balón, Mikel Oyarzábal empató el encuentro.
El Valencia estaba desorientado y la Real se había adueñado del partido a base de intensidad, manejo del balón y, sobre todo, anticipación, sin que el equipo local, cuando tenía el balón, tuviera ideas claras de lo que hacer con él.
Sin embargo, en una llegada aislada del Valencia por la izquierda, Toño no atrapó el balón y Mina puso el 2-1 en el marcador justo cuando peor lo pasaba su equipo ante una Real superior.
La dinámica apenas cambió, con la Real dueña del balón ante un Valencia que entró en el último cuarto de hora centrado en contener a un rival que buscaba al menos el empate y que pudo lograrlo en una falta que se saldó con un doble remate que no entró por muy poco en la meta local (m.79).
El peligro rondaba la meta local y sus salidas, el equipo de Marcelino García Toral se mostraba impreciso y sin apenas recursos para controlar el partido, a lo que se unieron unos los minutos de inferioridad tras la lesión de Paulista con los tres cambios ya realizados.