El fútbol de competición volvió en Skopje. El estadio Filip II se puso guapo para acoger todo un partidazo. El campeón de la Champions ante el campeón de la Europa League. Real Madrid contra Manchester United.
No podía haber más alicientes. Mourinho contra Zidane, Cristiano contra 'su' United, el interés de 'Mou' por Bale... Todo en un partido para decidir al 'supercampeón' de Europa.
Los entrenadores no se dejaron nada en sus banquillos, apostando por caras nuevas y no tan nuevas en el caso del Real Madrid. Zidane dejó a Cristiano Ronaldo en el banquillo y a Ceballos en la grada, mientras que Mourinho apostó por Matic de inicio con Lukaku como hombre referencia en el ataque.
El escenario estaba listo, los equipos preparados sobre el terreno de juego, la copa presenciando el duelo en el que se decidiría quién la levantaría esta temporada. El balón echó a rodar y con él la temporada 2017/2018.
Casemiro abrió la lata
Los primeros fogonazos fueron del United, colgando balones para poner a prueba a la defensa del Real Madrid, aunque fueron los blancos los que gozaron de la primera ocasión. Bale consiguió rematar de escorzo un balón colgado de Kroos que se le marchó por poco sobre la portería de De Gea.
Poco a poco, el United fue llevando el partido a su terreno, obligando al Real Madrid a meterse en su campo y dificultándole la salida del balón. Cuando peor pintaban las cosas para los blancos, Casemiro remató un balón colgado por Kroos en un córner que se estrelló en el larguero. Avisó el Real Madrid, que, pese a no dominar el encuentro, mantenía todo en un puño.
Precisamente Casemiro sería protagonista unos minutos más tarde. Primero, avanzó como si no hubiese un mañana desde el centro del campo hasta el área de los 'red devils', quedándose a las puertas de un mano a mano con De Gea. Después, aprovechó un pase medido de Carvajal para definir con su pierna mala sobre la portería de De Gea, haciendo el 1-0 en el marcador.
Los jugadores del United protestaron al árbitro un posible fuera de juego en la jugada, algo que quedó confirmado al ver la repetición. Pese al gol, el United no se dio por vencido, siguiendo con su presión y su buen esfuerzo grupal.
Isco puso el 2-0
Lukaku fue el que más cerca estuvo de igualar el partido con un cabezazo. El belga se impuso a Sergio Ramos, utilizando su enorme fuerza por alto, para rematar el balón, pero fue directamente a las manos de Keylor Navas.
Con poco más se llegó al descanso, necesario para los dos equipos, que se habían dejado todo en los primeros 45 minutos. La retirada a los túneles de vestuarios dejó el saludo de Cristiano Ronaldo con Mourinho, una imagen de los dos portugueses que dejó muchos comentarios por su mala manera de acabar en el Real Madrid.
Nada más arrancar la segunda parte, el Real Madrid gozó de dos ocasiones claras. La primera fue de Toni Kroos, que probó un disparo lejano que se topó con una parada tremenda de De Gea y la segunda fue una internada de fantasía de Marcelo que no pudo rematar con un gol.
Sin embargo, no iba a tardar mucho el Real Madrid en volver a batir a De Gea. El encargado esta vez fue Isco, que tiró una pared perfecta con Bale y definió como un '9' puro para poner el 2-0. La final no podía estar más de cara para los blancos, que tenían 40 minutos por delante para cerrar el partido.
Lukaku recortó distancias
El United, al igual que en el primer gol, intentó reaccionar nada más sacar de centro. El encargado de la reacción fue Pogba, que con un cabezazo intentó batir a Keylor Navas, pero el guardameta blanco sacó como pudo ese remate. Mourinho intentó reaccionar metiendo a Fellaini por Ander Herrera, un cambio para meter más físico a su centro del campo.
Los minutos pasaban y todo pintaba de color de blanco, pero un gol de Lukaku cambió el aspecto del partido. Matic disparó con potencia desde fuera del área, un disparo que no acertó a atajar Keylor Navas, que dejó un rechace claro para que el belga marcase el 2-1.
El Real Madrid debía mantener ese marcador durante más de media hora, se le podía complicar un partido que tenía dominado. El encuentro comenzó a pararse con cambios, descansos para hidratarse y acciones duras, como el cabezazo de Fellaini y Sergio Ramos que obligó al belga a salir del campo.
Zidane metió a Asensio y a Lucas Vázquez en lugar de Bale e Isco, dejándose a Cristiano Ronaldo para el último cambio. Los blancos querían hacerse con el control total del partido, sin dejar hueco a la remontada al United.
El Real Madrid, 'supercampeón'
Últimos 10 minutos, quedaba lo más difícil. Rashford estaba especialmente activo, obligando a Keylor Navas a hacer una parada salvadora en un mano a mano contra el inglés.
Poco a poco se le iba poniendo todo de cara al Real Madrid. Pasaban los minutos y el United parecía ceder metros. Sin embargo, los siete minutos de prolongación que puso el árbitro hizo que los blancos tuviesen que hacer un último esfuerzo y que los 'red devils' viesen luz al final del túnel.
Incluso Sergio Ramos pudo hacer más grande la ventaja con un cabezazo, pero su disparo se marchó fuera. Y el colegiado pitó el final del partido. El Real Madrid consiguió algo que nadie había hecho, proclamarse 'supercampeón' de Europa dos veces seguidas a partido único.
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Un triunfo merecido del conjunto blanco, que mostró su habitual solidez en los partidos grandes y tuvo la pegada necesaria para hacerse con el partido y con el trofeo. Empieza bien la temporada para los de Zidane, que vuelven a reclamar su trono como reyes de Europa.