Una árbitra fue encerrada y abandonada dentro de un estadio después de suspender un partido juvenil en Italia.
En un encuentro entre los equipos juveniles Darfo Boario y Carpenedolo, se originó una multitudinaria pelea que reunió a jugadores y entrenadores de ambos equipos propinándose puñetazos y patadas.
La colegiada decidió suspender el encuentro por ello y tuvo que salir corriendo al vestuario ante la presión de ambos equipos porque los reanudara.
Cuando salió del vestuario para abandonar el campo, se dio cuenta que se había quedado encerrada dentro por el equipo local y no quedaba nadie más allí.
Finalmente pudo salir del lugar y ambos equipos han sido multados por la pelea, con una sanción económica mayor para los locales por dejar encerrada a la árbitra.