El Unami CP, de la Segunda división nacional del fútbol sala femenino, ha dicho 'basta'. Las segovianas se han negado a jugar el partido contra el Villacañas en Toledo ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con sus rivales en el uso de mascarillas.
Su protesta quiere hacer ver la necesidad de tomar mejores medidas sanitarias en el fútbol no profesional. "El protocolo es insuficiente. Si no existen los test prometidos por la Federación solicitamos que se juegue con mascarilla", dice el club.
Se han vuelto, por tanto, a casa sin jugar un partido para el que han tenido que viajar 160 kilómetros.
Pero, tras el saque inicial, todas las jugadoras se han plantado y han decidido no jugar en la que fue la primera jornada de la fase regular.
Con esta acción, quieren que se mejoren los protocolos y las cosas cambien.
"Esperemos que esto sirva para cambiar la situación, y llegar a una regulación segura para toda la competición", afirman.