El partido entre Grêmio Esportivo Anápolis y Centro Oeste de la segunda división del Campeonato Goiano (Brasil) estuvo muy cerca de terminar en tragedia.
Con el encuentro concluido, jugadores de ambos equipos se enzarzaron en una tangana, lo que obligó a intervenir a las autoridades.
Sin embargo, nadie esperaba cómo actuaría uno de los policías presentes. Sin titubear, cargó su arma y disparó una bala de goma contra un futbolista.
Ramón Souza, portero de Grêmio, fue el blanco y tuvo que requerir asistencia médica en el mismo terreno de juego y afortunadamente está fuera de peligro.
Su club ha anunciado que emprenderá acciones legales: "El 10 de julio está marcado por un acto violento, sucio y horrible contra uno de nuestros jugadores, que nunca será olvidado. La GEA informa que tomará las medidas respectivas para que el responsable sea castigado y que se haga justicia, para que este acto criminal no quede impune".