Escándalo en Inglaterra con las apuestas deportivas: Yerry Mina multado y Jordan Stevens suspendido

El gigante de las apuestas deportivas vuelve a empañar el mundo del fútbol, esta vez en Inglaterra. Yerry Mina, defensor del Everton, y Jordan Stevens, centrocampista del Leeds United, han sido los últimos jugadores en sumergirse en la esfera azarosa y salir a la luz por su condición de profesionales.

El caso del zaguero colombiano, exjugador del FC Barcelona, radica en la participación de Mina en un anuncio televisivo de la firma colombiana de apuestas 'Betjuego'. El cafetero fue multado con 10.000 libras (11.200 euros) tras admitir que incumplió las normas de la Federación de Fútbol de Inglaterra (FA) sobre apuestas.

El Everton manifestó que el dominio del inglés de Yerry Mina "es limitado y no entendió la información sobre las apuestas". Por su parte, la FA afirmó que la multa "es apropiada y proporcionada a las circunstancias" ya que fue sancionado por "participar en un anuncio de fomento de las apuestas, algo que tiene prohibido".

Por otro lado, Jordan Stevens, jugador de 19 años del Leeds United, ha sido suspendido seis semanas sin poder jugar ni entrenar con el equipo tras realizar 59 apuestas entre 2018 y 2019, algunas de ellas de su propio equipo -aunque él no participó en ellos-, yendo en contra de las normas establecidas por la Federación inglesa de fútbol para las apuestas deportivas.

Además de la sanción de inactividad, Steven, pupilo de Marcelo Bielsa, deberá hacer frente a una multa de 1.200 libras (1.400 euros). "Estamos muy decepcionados con la sanción impuesta a Jordan. Prohibir jugar a un futbolista joven en un momento tan crucial de su carrera es un desproporcionado castigo para un error tan estúpido", explicó el director ejecutivo del Leeds.

Cabe recordar que en Inglaterra los jugadores, entrenadores y directivos tienen prohibido anunciar o promocionar cualquier actividad de apuestas relacionada con el fútbol. Al parecer, deporte y juego mantienen una relación mutuamente beneficiosa donde los únicos perjudicados son los propios aficionados.