Marcus Thuram ha vuelto a copar los titulares en la prensa de la Bundesliga y, por su acción, también de Europa. No, esta vez no ha sido ni un gol ni un acto reivindicativo, sino un escupitajo en toda la cara a un rival en el partido entre el Borussia Monchedgladbach y el Hoffenheim.
El delantero se encaró con Stefan Posch, defensor del Hoffenheim, y teniéndole a muy pocos centímetros le escupió directamente en la cara. Evidentemente, vio la tarjeta roja.
No porque lo viera el árbitro, o porque lo apreciasen sus asistentes, sino porque el VAR, que lo ve todo, revisó la acción y avisó al trencilla para su posterior expulsión.
Thuram, hijo del mítico Lilian Thuram, perdió como nunca antes los papeles en una de las acciones más lamentables de cuantas se recuerdan en la historia del fútbol moderno.
Todo sucedió en el minuto 79, justo después del empate de Kramaric para el Hoffenheim. Con uno menos, por la expulsión del delantero, el Gladbach no pudo aguantar las acometidas visitantes y acabó cediendo.
Sessegnon dio cuenta de un Monchedgladbach que será uno de los equipos que estén en los octavos de final de la Champions League, tras clasificarse como segundo en el grupo del Real Madrid.
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