La selección femenina de fútbol está marcando un antes y un después en la historia de nuestro deporte. Su presencia en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda ha superado cualquier expectativa y eso es gracias al fútbol de sus jugadoras.

Un fútbol que ha estado presente en gran parte de la vida de las jugadoras, a veces conviviendo incluso con otros deportes. Es el caso de la delantera Salma Paralluelo, que hasta hace bien poco compaginaba fútbol y atletismo de manera profesional.

La jugadora maña llegó a ser medallista en el campeonato de España absoluto de atletismo con tan solo quince años. Su entrenador sobre las pistas, Félix Laguna, ha explicado la superioridad física de Salma: "Tiene un talento superior. Ves que está destinada para el deporte".

Otra que también probó suerte con distintas actividades fue Olga Carmona. Su madre confiesa que apuntó a la jugadora sevillana a tenis y flamenco, además de fútbol: "No duraba más de dos meses en lo que fuese, solo quería fútbol".

El comienzo en el fútbol para muchas de estas jugadoras no fue fácil. Muchas de ellas tuvieron que dar sus primeras patadas al balón en un equipo masculino. Fue el caso de Teresa Abelleira que comenzó su andadura en el deporte rey en su Pontevedra natal en un equipo donde era la única chica.

Su madre explicó en LaSexta que eso no le privó de destacar desde bien pequeña: "Era muy buena y eso todos sus compañeros lo sabían y la apoyaban".

Estos orígenes y trayectorias forman parte de la carrera de estas jugadoras que están a un paso de tocar la cima el próximo domingo frente a Inglaterra.