La FIFA ha tomado cartas en el asunto de las futbolistas embarazadas. El ente ha elaborado una nueva normativa, viendo lo obsoletas que estaban las anteriormente establecidas, para garantizar a las jugadoras todos sus derechos y que no se vean en el paro por el hecho de tener un bebé.
Y es que a pesar de que Alex Morgan encontró hueco en el Tottenham tras dar a luz a su primer hijo, no a todas las jugadoras les sucede lo mismo y hay muchas que se quedan sin equipo tras parir.
La FIFA establece que, por ejemplo, toda jugadora tiene derecho a una baja por maternidad salvo que la legislación nacional o el convenio colectivo ofrezca unas condiciones más favorables.
El periodo será de 14 semanas como mínimo, y recibirá dos terceras partes de lo que estipule su contrato a nivel salarial. De esas semanas, ocho deben ser tras dar a luz.
Además, el club debe facilitar su incorporación cuando se termine dicha baja. Las jugadoras podrán amamantar a sus bebés o sacarse leche, y los equipos deben dejar para ellas un lugar adecuado.
Para cubrir la baja de la jugadora embarazada, el club podrá inscribir fuera del periodo establecido para ello a una futbolista. Salvo que se acuerde lo contrario, este contrato tendrá efecto durante la baja y hasta que empiece el periodo de inscripción siguiente.
Si decidieran seguir activas en el embarazo, tendrán derecho a recibir un asesoramiento profesional de un médico independiente. El club debe respetar dicha decisión.
Y, claro está, una jugadora embarazada no podrá tener jamás desventaja alguna. Si se la despide por tal motivo se considerara rescisión de contrato sin causa justificada. Además de indemnizar a la futbolista, se les impondrá una sanción deportiva.