El pasado 26 agosto, apenas unos días después de la final del Mundial femenino y en pleno 'escándalo Rubiales', la FIFA decidió suspender cautelarmente durante 90 días al entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
Posteriormente, tras ser cesado, el Comité Disciplinario de la FIFA decretó tres años de inhabilitación que impiden al exdirigente tomar partido en cualquier actividad relacionada con el fútbol.
Pues bien, este miércoles la FIFA ha comunicado los tres motivos por los que llegó a tomar tal decisión.
Dos besos, un 'levantamiento' y un tocamiento
En base a testimonios, vídeos y entrevistas posteriores, el órgano rector del deporte rey no solo ve deplorable el beso no consentido a Jenni Hermoso, sino también el tocamiento de genitales en el palco, el 'levantamiento' a Athenea y el otro beso a Olga Carmona.
Sobre la agresión a Jenni, la FIFA explica que "es algo inaceptable. Besó a una jugadora del sexo contrario. Es el presidente y debe actuar y comportarse con un cierto nivel de responsabilidad. Rubiales no respetó el código de comportamiento. Uno es el presidente y la otra es la jugadora. La jerarquía y la superioridad quedó de manifiesto. Hay una presión en todo lo hecho. En el beso y después del beso".
Sobre su tocamiento, que según él iba dirigido a Jorge Vilda, el organismo señala que es un gesto "del siglo pasado, con tendencia misógina" y que "España es un ejemplo de igualdad de género y que ese gesto no se puede consentir en una zona VIP con presencia de personalidades. Este gesto no se corresponde con la realidad de España. No convence las explicaciones dadas a un gesto sexista".
Los artículos 6 y 13 del reglamento
El Código Disciplinario de la FIFA, en los citados epígrafes, señala que "toda persona que atente contra la dignidad o la integridad de un país, una persona o un colectivo de personas empleando palabras o acciones despectivas, discriminatorias o vejatorias (por el medio que sea) por motivos de raza, color de piel, origen étnico, nacional o social, género, discapacidad, orientación sexual, lengua, religión, posicionamiento político, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o por cualquier otro estatus o razón será sancionada con una suspensión que durará al menos diez partidos o un periodo determinado, o con cualquier otra medida disciplinaria adecuada".
Conclusiones
Javier Iván Palacio, hombre FIFA que formaliza el informe, afirma que "su comportamiento es inaceptable e inexcusable y menos aún en el ecosistema actual y en el mejor momento del fútbol femenino".
"Utilizó la Asamblea de la Federación para defenderse y distorsionar la realidad para justificar el beso, algo que nunca puede hacer un presidente. Nunca reparó en el daño moral que podía ocasionar a las jugadoras con su manera de actuar", explica.
Destaca "el daño causado al mundo del fútbol, pero sobre todo a la moral de las futbolistas. Arruinó la experiencia de la Copa Mundial a muchos, empezando por la jugadora y sus compañeras de equipo que acababan de convertirse en campeonas del mundo por primera vez en su historia. Por lo tanto, el Comité estaba firmemente convencido de que el demandado, con su comportamiento, desprestigió el deporte del fútbol y/o a la FIFA a nivel mundial", añade.
Turno para Rubiales
Tras emitir la FIFA sus motivos, ahora el expresidente de la RFEF puede acudir al Comité de Apelación para rebajar la sanción de tres años alejado del fútbol.