La final de la Champions League se ha consolidado con el paso de los años como el evento deportivo del año. Las audiencias potenciales que maneja el duelo entre los dos mejores equipos del continente europeo rondan entre los 350 millones y los 400 cada año.
En España, la pasada final de la Champions entre Real Madrid y Juventus fue vista en Antena 3 por 9,6 millones de espectadores. Unas grandes cifras que reflejan el gran negocio que supone el balompié a nivel televisivo.
Más de 200 países retransmiten este evento y hay cerca de 1.000 periodistas acreditados, generando unos ingresos de unos 350 millones de euros. Son datos espectaculares, por delante de una Super Bowl que también es un gigante a nivel televisivo.
El espectáculo del descanso
La pasada final entre los Eagles y los Patriots fue vista por 103,4 millones de espectadores, la peor audiencia en nueve años del evento. El número de periodistas acreditados es infinitamente mayor, con casi 5.000 congregados en el partido final de la NFL.
También genera más dinero para la ciudad que lo acoge, con más de 450 millones de euros. También 'ganan' en el precio medio de las entradas: si en la Champions una entrada te cuesta de media 420 euros, en la Super Bowl el precio se dispara hasta los 5.800 euros. No hay rival en cuanto a número de trabajadores, congregando a más de 10.000 personas, mientras que en la final de la Champions no llegan a 1.000.
El gran punto diferencial es el espectáculo que ambas competiciones ofrecen además del deporte en sí. El descanso de la Super Bowl es uno de los eventos del año, juntando a los mejores artistas del panorama internacional, que montan un concierto que ameniza la espera de los espectadores hasta el comienzo de la segunda parte.
La Champions, por su parte, hace un concierto antes de que arranque el partido. Hace dos años actuaron Alicia Keys y Andrea Bocelli, el año pasado fueron los Black Eyed Peas, esta temporada le toca el turno a Dua Lipa. Un aspecto en el que la UEFA intenta superarse año a año.
Miden hasta los balones
En las redes sociales también se libra una dura batalla. La Champions League cuenta con más de 20 millones de seguidores en Twitter, superando con creces a los 360.000 con los que cuenta la Super Bowl y quedando casi a la par con los 24 millones que tiene la NFL.
Por medirse, se miden hasta los balones utilizados en el gran día de la final. La Champions preparó en Cardiff 20 balones que estaban guardados bajo una estricta seguridad. En el caso de la Super Bowl, la cifra sube hasta los 70.
En definitiva, cifras que reflejan la supremacía de la Champions League frente a la Super Bowl y que dejan constancia de que ambos son dos de los eventos deportivos más esperados por los aficionados al deporte de todo el mundo.