José Mourinho se ha buscado un nuevo enemigo. Después de los árbitros, Wenger, el césped, Guardiola o Valdano, su punto de mira se ha puesto... en el frío. Su Manchester United juega en Rusia contra el Zorya y el estado del césped no es el óptimo.

En Odessa están a bajo cero y, para que se llegue a jugar, "se necesita un milagro", tal y como reconoció el propio Mourinho. "Si preocupase a la UEFA, deberían cambiar el calendario. Todo es bueno: el hotel, el estadio... pero el césped no cumple", aseguró en sala de prensa.

Para pasar a los dieciseisavos de la Europa League, el United tiene que ganar al Zorya, pero visto lo visto quizás ni siquiera se llegue a jugar el partido. "Lo están calentando, pero lo veo difícil", afirmó Mourinho.