Nadie duda del gran potencial del Barcelona de Guardiola. Y pocos lo hacen también sobre esos momentos en el fútbol en el que todo se decide por detalles. El Chelsea - Barça de la semifinal de la Champions League de la 2008-09 fue uno de esos partidos, y es que mucha historia tuvo ese encuentro que Iniesta desniveló con un golazo a falta de pocos minutos.
Dos imágenes dejó el envite. Una de ellas fue ver a Guardiola corriendo cual Bolt por la banda para celebrar el tanto que les dio el pase a la final, que posteriormente ganaron. La otra, la del enjambre de jugadores del Chelsea que rodearon al árbitro tras una actuación cuanto menos polémica. Ese día el nombre de Ovrebo se hizo mundialmente famoso.
El noruego tuvo dos horas tremendamente complicadas en Stamford Bridge con decisiones que a saber en qué habrían quedado de haber existido el VAR por aquel entonces. El Chelsea llegó a pedir hasta seis penaltis en dicho encuentro, alguno de ellos, como las manos de Gerard Piqué y de Samuel Eto'o, parecían bastante claros. Además, sacó fuera del área una falta que Dani Alves hizo dentro.
Ahora, Guardiola ha hablado sobre aquel partido en BT Sport y lo ha definido de esta forma: "Tuvimos mucha suerte. Esa semifinal fue muy dura".
El encuentro en cuestión terminó con un resultado de 1-1, gracias a los goles de Essien y al del mencionado Andrés Iniesta, y le valió al Barça para jugar la final ante el Manchester United de Cristiano Ronaldo.
Los culés se impusieron en dicho encuentro por 2-0 y conquistaron una Champions League que muchos recuerdan por el encuentro de Stamford Bridge y por las decisiones de Ovrebo.