Ilkay Gundogan es uno de los centrocampistas del momento, además de ser una pieza clave en el Manchester City de Pep Guardiola. El mediocentro alemán está de su carrera. Una trayectoria que sim embargo no fue un camino de rosas. El germano empezó con dificultades para abrirse paso en sus inicios en el fútbol.
Gundogan cumplió de pequeño el sueño de jugar en las categorías inferiores del Schalke 04, equipo histórico de Gelserkinchen, ciudad donde vivía. Un sueño, que rápidamente se vio truncado. Después de una temporada, el club de la cuenca del Ruhr dejó marchar al joven futbolista. Una decisión que Gundogan no olvida.
"Tenía ocho años cuando me di cuenta de lo crudo que es este negocio. Logré lo que todo niño en Gelsenkirchen sueña, jugar en la academia del Schalke 04. Estaba muy orgulloso, el simple hecho de usar esa camiseta fue algo fantástico. Cuando terminó la temporada, el Schalke me dejó ir. O mejor dicho, les diré cómo me sentí: me cerraron la puerta en las narices. Fue un golpe muy duro", desvela Gundogan en 'The Players Tribune'El futbolista 'skyblue' cuenta el motivo por el que fue apartado del club de su tierra y por el que pensó que su sueño de convertirse en futbolista profesional estaba lejos de hacerse realidad. "Comencé a tener problemas en el tobillo. Fui a ver al doctor y me dijo que parase de jugar al fútbol durante seis meses. Apenas podía caminar, no hablemos ya de jugar al fútbol. En ese momento sentí que mi sueño se terminaba", explica el teutón.
El futbolista 'citizen' también cuenta que varias temporadas más tarde, el club le ofreció volver a contratarle. Una oferta que Gundogan rechazó tras no olvidar el trato recibido. "Tres años después, el Schalke quería que volviera, les dije a mis padres que dijeran que no, que no quería volver. El dolor era demasiado reciente", afirma el exjugador del Borussia Dortmund.