Lo tenía todo a favor, la clasificación a los dieciseisavos de final de la Europa League estaba en sus manos, pero al igual que ocurrió la semana pasada en los minutos finales frente al Bayer Leverkusen, todo lo que podía salir mal, ha salido peor.
Por primera vez en la era Simeone, los colchoneros han quedado apeados de competiciones europeas antes de la fase del 'KO', lo que deja muy tocado al técnico argentino tras unos primeros meses de campeonato dignos de montaña rusa.
Los rojiblancos han naufragado en Oporto, mientras que el conjunto de Xabi Alonso, ante su público pero dependiendo del resultado del Atleti, ha hecho los deberes, han aguantado el empate y le ha birlado la plaza de UEL en la jornada final.
En O Dragao, los rojiblancos saltaron acongojados al verde y muy endebles en defensa, algo que viene siendo la tónica habitual del equipo en los últimos partidos.
Apenas consumidos cinco minutos de encuentro, el cuadro luso ya se encontraba delante en el marcador gracias a un tanto de Taremi. Por izquierda o por derecha, la defensa rojiblanca hacía aguas y, en el ecuador de la primera parte, la diferencia ya era de dos goles.
Pudieron ser más, pero apareció la figura de Jan Oblak, la gran figura del Atleti en Portugal, para evitar un mal mayor. Dice mucho de un equipo que pierde de esta manera que el mejor sea tu portero, pero la realidad del Atlético es que tiene un serio problema donde siempre se ha caracterizado por su solidez: en defensa.
Ya en la segunda parte, con el paso de los minutos y a pesar de las entradas de Carrasco y Cunha o el gol anulado a Griezmann, las constantes arremetidas del Oporto hacían que el deseo de un gol del Brujas pareciera ser mayor al de recortar distancias. En el 94' llegó el tanto rojiblanco, pero ya era demasiado tarde.
Al final no hubo 'milagro' en Leverkusen en lo que pareció un pacto de caballeros entre el cuadro alemán y el belga, cuyo marcador se mantuvo con el empate sin goles hasta el pitido final.
Fuera de competiciones europeas, a nueve puntos del Real Madrid en Liga y tan solo con la Copa del Rey como posibilidad de sumar un título y maquillar la temporada, se antojan meses muy duros para Simeone en el banquillo de Metropolitano.
Desde su llegada en 2011, nunca el técnico argentino había estado tan cuestionado... aunque se hace difícil pensar, al menos por el momento, en una hipotética destitución del exfutbolista. Hay que tener memoria, pero también autocrítica. Queda por ver que pesa más en las altas esferas del Atlético de Madrid.