Julen Lopetegui ha ganado su primer título como entrenador. Conquistó la Europa League tras vencer al Inter de Milán y con el pitido final se derrumbó. No pudo contener las lágrimas.
Y este miércoles tampoco. Comenzó sus vacaciones en Asteasu, su pueblo, y tuvo un recibimiento muy especial. Toda su familia le esperaba a su llegada.
Con el himno del Sevilla de fondo y una gran pancarta que rezaba "siempre orgullosos de ti" en euskera, su padre y sus hijos tampoco pudieron contener las lágrimas al abrazarlo.
Lopetegui, días después de su llanto en Colonia, volvió a emocionarse con el recibimiento de los suyos. El técnico disfrutará de unos días libres antes de volver al trabajo con la mirada puesta en dos grandes objetivos: el regreso de LaLiga y la Supercopa de Europa.
El próximo 24 de septiembre, en Budapest, el Sevilla se enfrentará al Bayern Munich en una final donde los aficionados volverán a los terrenos de juego. Se permitirá un 30% del aforo del estadio, unos 11.000 espectadores. Seguro que los aficionados sevillistas acompañarán a su equipo otra noche más.