La Europa League no es la Champions, pero es lo que le queda a este Barcelona de Xavi Hernández. Ahora en jueves, el equipo azulgrana está obligado a competir por un torneo en la que está obligado a llegar lejos. Porque rivales como el Galatasaray no es lo que el Camp Nou. Pero es lo que hay en esta temporada.

Y el Barça tampoco hizo su mejor partido ante los turcos. Tuvo ocasiones, sí, pero tampoco asedió al rival. Xavi, de hecho, hizo rotaciones y dejó en el banquillo hombres tan trascendentales como Sergio Busquets o Gerard Piqué.

El Barça acumuló dos llegadas peligrosas en el acto inaugural. Ambas en las botas de Memphis Depay. El portero Iñaki Peña, precisamente cedido por el Barça, sacó dos manos espectaculares a los disparos lejanos del delantero holandés, que fue el más activo de los culés.

Peña detuvo una falta, lanzándola a saque de esquina, y posteriormente volvió a sacar otra mano estirándose hacia su palo izquierdo. Si su regreso al Barça el próximo verano dependía de partidos como estos, está claro que el guardameta ha cumplido con sobresaliente. En el otro área, sólo una tímida llegada del Galatasaray. Akturkoglu, por la banda izquierda, lanzó la carrera y se fue de todos hacia la portería de Ter Stegen. Araujo se interpuso y evitó el que habría sido el gol de la jornada en la Europa League.

El alicantino no había dicho su última palabra. Sacó otra mano espectacular. Fue a Sergio Busquets en un remate de cabeza que se dirigía a la cruceta. Fue un muro Peña en 'su' Camp Nou. Un fuera de juego de Gomis evitó que el Galatasaray se marchara de Barcelona con un resultado favorable.

La vuelta, el jueves que viene en el horario de 18.45 horas. El Barça deberá ganar en la caldera de Turquía para estar en la siguiente ronda de esta Europa League en la que parte como uno de los favoritos.