Durante el partido de la Copa Libertadores entre River Plate y Junior de Barranquillas, en Colombia, se han producido numerosos incidentes a las afueras del estadio. Cargas policiales contra los manifestantes y so de gases lacrimógenos.
Esos gases precisamente llegaron al césped, que se convirtió en un auténtico caos. Tuvieron que parar el partido porque el aire llevó al estadio los gases lacrimógenos. Mientras se escuchaban sonidos de disparos y detonaciones procedentes de fuera del estadio.
El partido pudo disputarse de forma completa, algo que visto lo ocurrido a pocos metros parece un auténtico milagro. El encuentro de la Copa Libertadores terminó con empate a 1, pero la noticia, sin duda, fue todo lo que estaba ocurriendo fuera del terreno de juego.