Aunque se suele pensar que los futbolistas son felices por ganar dinero haciendo lo que más les gusta, esta no es la realidad muchas veces. Es el caso de Andrés Iniesta, que se ha sincerado al hablar de su salud mental y la depresión que sufrió.
El detonante de toda esta situación fue la muerte de su íntimo amigo Dani Jarque en verano de 2009, lo que provocó que Iniesta lo pasara especialmente mal durante todo un año.
"Cuando estaba luchando contra la depresión, el mejor momento del día era cuando tomaba mis pastillas y me acostaba. Perdí las ganas de vivir. Abracé a mi esposa, pero era como abrazar una almohada. No sientes nada", confiesa Iniesta en el podcast 'The Wild Project'.
Aunque a día de hoy se encuentra mejor, confiesa que sigue yendo al psicólogo, ya que le viene bien: "Sigo yendo a terapia porque necesito arreglarme conmigo mismo. Me gusta escuchar a los profesionales hablar sobre enfermedades mentales y depresión".
"Con el tiempo, la vida te enseña que la depresión y las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera. No se trata de cosas materiales. Puedo tener todos los autos del mundo y todo lo que quiera, pero aun así es difícil enfrentar los problemas de la vida", añade para cerrar.