En ocasiones, obviamos el reto que supone para una joven estrella la obligación de estar expuesta al gran público las 24 horas de los 365 días del año. Y más hoy en día, cuando esta exposición se convierte en sobreexposición por culpa de las redes sociales.
Lucas Boyé debutó con River Plate con 17 años en 2013, y tras seis años en la élite del fútbol y pasar por equipos como el Celta de Vigo o el Torino, el actual jugador del Reading inglés confiesa el calvario que vivía cada vez que recibía una crítica.
"Una vez se filtró mi número de WhatsApp, me agregaban a diferentes grupos y me criticaban", desvela el futbolista en una entrevista a Ataque Futbolero (Argentina) donde añade que en River le "costó muchísimo porque era muy niño" y que entre Instagram y Twitter tiene "más de 10.000 personas bloqueadas".
Unas cifras que le convierten en un verdadero maestro del regate en redes pero que también suponen un golpe de realidad sobre las críticas a las que se enfrentan los personajes públicos por medio de aficionados y fanáticos.