Tres días después de un empacho de goles, el Atlético de Madrid se estrelló contra la férrea defensa del Huesca. Empató a cero en su segundo duelo de LaLiga, con Joao Félix de nuevo como luz del ataque rojiblanco.
Fue el joven portugués el único que buscó la victoria en el cuadro de Diego Pablo Simeone. En una primera parte gris, el Atleti se volcó en la segunda, pero apenas acumuló tres lanzamientos a portería.
Junto a Luis Suárez en el ataque, Félix volvió a completar la delantera. El técnico argentino tiene claro quiénes son sus titulares, mandando a Diego Costa al banquillo de inicio.
El ex del Barcelona duró una hora sobre el terreno de juego, sin intervención a destacar en todo el partido. Como el resto de sus compañeros, cabe destacar. Un Atlético apagado, sin chispa capaz de encontrar hueco en la defensa rival.
Pero algo ha cambiado este curso. Y eso es la situación del joven luso. Ya no es el primer cambio ni el segundo ni el tercero. Sus galones se han incrementado. Se lo ha ganado en el campo. Aunque todavía le falta.
Tuvo en el minuto 89 la ocasión que pudo meter los tres puntos en la mochila rojiblanca, pero allí apareció el guardameta Andrés Fernández para cancelar su fiesta. Félix fue el mejor, pero necesita más de los suyos. Sobre todo de Suárez, que se dejó los goles en el Wanda Metropolitano.