Julen Lopetegui, técnico del Real Madrid, tiene dos semanas por delante de parón liguero con la crítica acechándole por la mala racha de su equipo, con tres derrotas en cuatro partidos sin marcar en 407 minutos, algo que solo se vivió en el club con Bujadin Boskov y Amancio Amaro y que le costó el puesto a ambos.
Los números juegan en contra de Lopetegui tras un irregular inicio de temporada de un Real Madrid que ha ido a menos en cuanto ha sufrido bajas de sus titulares por lesiones. En el club reina la preocupación por la mala dinámica, pero trasladan un mensaje privado de confianza a la figura del técnico vasco, el sucesor en los banquillos de Zinedine Zidane y una exitosa etapa.
El Real Madrid de Lopetegui ha perdido el gol. Suma más de seis horas de partidos desde que hiciese su último tanto al Espanyol, que le dio el triunfo por la mínima (1-0), antes de abrir una sequía de 409 minutos, tres derrotas ante Sevilla (3-0), CSKA (1-0) y Alavés (1-0), más un empate contra el Atlético de Madrid (0-0). Existen dos precedentes en la historia del Real Madrid de técnicos que fueron destituidos tras una sequía de cuatro partidos sin gol.
El primero fue con Vujadin Boskov en 1982, cuando su equipo estuvo dos partidos de Liga, uno de Copa del Rey y uno de la Copa de la UEFA sin hacer gol. Dejó su puesto a Luis Molowny. Y también lo sufrió Amancio Amaro en 1985, cesado a la conclusión del tercer partido en Liga sin marcar (0-1 ante el Hércules) y con un partido entre medios de la Copa de UEFA perdido ante el Inter de Milán (2-0). Eliminatoria de semifinales que remontó con Molowny ya en el banquillo de nuevo antes de proclamarse campeón.
El último técnico destituido con Florentino Pérez como presidente fue Rafa Benítez y firmaba unos numeros a estas alturas de temporada mejores que los de Lopetegui. Había ganado 7 partidos, empatado cuatro y ninguna derrota. Julen lleva 5 triunfos, dos empates y cuatro derrotas en sus once encuentros dirigidos.
Precisamente cuatro fueron las derrotas con las que se marcó Benítez del Real Madrid tras dirigir su partido 25. Tras ocho jornadas de Liga marchaba líder empatado a puntos con Celta de Vigo y Barcelona.