Keita Baldé, futbolista del Mónaco, estalló y acusó de "racismo" a hoteles y albergues de la ciudad de Lleida por no acoger a 200 temporeros. Y ahora ha tomado una decisión trascendental para el futuro de estos trabajadores.
Pagará de su bolsillo el alojamiento de 60 de ellos que dormían en la calle. Se trata de un edificio deshabitado en el barrio de la Mariola, en Lleida, que acogerá hasta el mes de septiembre a estos trabajadores.
"Estamos en un sistema desagradable y feo donde alquilar una vivienda o cualquier cosa te crea un problema por el color de piel o por ser de otros país. ¡No me voy a rendir y voy a conseguir lo prometido como sea! Os pido un poco de paciencia y fuerza", escribió el ex del Barcelona en sus redes sociales.
Su intención, según ha explicado él mismo en un vídeo, es alquilar otro edificio donde poder alojar al resto de trabajadores, que siguen durmiendo en las calles de la ciudad.
"Tenemos que protegernos entre nosotros y no comerse la tarta uno solo. Si una persona está ayudando a 200 personas con un hogar, comida y ropa, imaginad cuántas cosas podríamos crear y dar como ciudadanos si nos juntamos cinco", finaliza.
Su iniciativa ha provocado los mensajes de elogio de otros futbolistas y compañeros del Mónaco como el español Cesc Fábregas. "Eres muy grande", le contestó el centrocampista. Otros como Sergi Samper, Kevin-Prince Boateng también dieron las gracias a Baldé por este solidario gesto.
La activista Noday Ndiaye ha asegurado que algunos hoteles de la localidad han preferido cerrar "a alojar personas negras".
Pero el consistorio da una versión diferente. "Había 68 plazas disponibles en la ciudad y se las ofrecí a esta persona, pero me dijo que no. El lunes ya eran 110 las plazas disponibles", dice Sandra Calvo, concejala del Ayuntamiento.
"El año que viene si Keita no está, ¿quién va a asumir estas políticas?", dice Llibert Richard, miembro del colectivo 'Fruta i Justicia Social'.
El ejemplo de Keita Baldé, canterano del FC Barcelona, es el mejor gol a favor de la tolerancia.