El Mérida se llevó la victoria ante el Badajoz en el derbi de la jornada en Segunda B... y la celebración del único tanto del partido se convirtió en noticia por la irresponsable celebración.
Dani García anotó el gol y se acercó a la grada, donde los aficionados locales celebraban con euforia el momento. Una euforia descontrolada.
Abrazos con la grada, como si el coronavirus no existiera. Una imagen impropia en plena pandemia, donde los aficionados sólo han podido volver al fútbol en las categorías no profesionales.
El aforo del partido fue reducido (unas 3.000 personas presenciaron el partido), pero algunas medidas no se cumplieron. Concretamente en el citado gol de Dani García.
Los aficionados se agolparon en la banda junto a los jugadores, tratando de ser separados por el personal de seguridad. Algunos de ellos con la mascarilla bajada o incluso sin ella.
El Mérida se llevó la victoria (1-0), pero el partido quedó marcado por una celebración irresponsable que puede poner en peligro a todos los allí presentes.