El Villarreal se llevó la victoria (3-1) ante el Rayo Vallecano en un partido en el que los locales tuvieron que remontar el gol con el que se adelantó el conjunto vallecano, que fue de más a menos y que mostró dos caras en La Cerámica.
Tras una primera parte en la que el Rayo fue mejor y logró retirarse al descanso con ventaja en el marcador, el Villarreal salió en tromba tras el descanso y a los siete minutos de la reanudación había logrado dar la vuelta al marcador ante un Rayo que fue una sombra respecto al primer tiempo y que sufrió su séptima derrota seguida.
Antes, el Villarreal salió más metido en el partido ante un Rayo algo dubitativo inicialmente en defensa ante la mejor circulación de balón de los locales en los primeros compases del choque. Pero paulatinamente el Rayo mejoró en su rendimiento y se liberó del control en el centro del campo que había ejercido el equipo de Javi Calleja.
Además, el Villarreal vio como Jaume Costa se lesionaba a lo diecisiete minutos. Poco después el Rayo acertaba ante la meta de Asenjo tras un centro de Imbula al centro del área que remató de cabeza Mario Suárez y ante el que nada pudo hacer el meta del equipo castellonense.
El gol dejó muy tocado al Villarreal a la par que daba alas al Rayo, que se fue en busca de la portería rival para aprovechar el desconcierto de los locales. Superada la media hora de juego, el Villarreal logró rehacerse y con Cazorla y Samu Chukwueze como protagonistas buscó el terreno de juego rival y empezó a inquietar la portería de Dimitrievski.
El Rayo había dado un paso a atrás y limitó sus opciones de ataque en los últimos compases de este periodo a los balones largos a De Tomas. El conjunto castellonense salió más enchufado en la segunda mitad y al igual que en los últimos compases del primer tiempo empujó al Rayo hasta meterlo en su campo sin dejarle capacidad de respuesta.
La estrategia no le pudo salir mejor al equipo de Calleja, ya que a los siete minutos de este periodo había logrado darle la vuelta al marcador con dos tantos del camerunés Toko Ekambi en apenas dos minutos. El Rayo estaba roto y el Villarreal se volcó en ataque para sentenciar el partido.
El partido había dado un giro total respecto a lo que se había vivido en la primera parte, ya que el equipo madrileño estaba arrinconado en su parcela ante un Villarreal muy superior ahora.
Además, en las pocas incursiones del equipo vallecano en el terreno local sus intentos morían a pocos metros del área defendida por Asenjo ya que las labores defensivas del Villarreal también funcionaban ala perfección.
El Rayo echaba mucho en falta el protagonismo de sus hombres de centro del campo, ya que el único que se encontraba activo y buscaba protagonismo era Álex Moreno pero sin encontrar acompañamiento. En el minuto 87 el Villarreal cerraba definitivamente el partido con un gol de Gerard Moreno que daba mayor tranquilidad a los locales en los compases finales del partido.