La alegría y efusividad del momento después de eliminar al campeón de la Champions League en su estadio, hasta el momento casi inexpugnable, no justifica lo que realizó Diego Costa a su salida del estadio.
Cuando iba camino del autobús rojiblanco, el delantero hispano-brasileño pasó por zona mixta delante de los diversos medios de comunicación presentes. Los periodistas le pidieron que se parase para responder a sus cuestiones y Costa, sin pararse, comenzó a toser hacia ellos mientras se reía.
En plena crisis y auge del coronavirus, con la multitud de precauciones que se están tomando y la cantidad de eventos deportivos que están siendo cancelados o previstos para jugarse a puerta cerrada, este tipo de bromas carecen de gracia cuando se habla de la salud.