El mejor jugador del mundo, de la temporada... ¿y de la historia? Porque aunque nunca se sabe con exactitud qué premia el Balón de Oro gestionado por France Football -si el mejor futbolista del planeta o el más destacado del año-, la realidad es que Leo Messi acaba de levantar en el Teatro de Chatelet de París su sexto galardón tras un año donde ganó LaLiga y sentó cátedra, partido a partido, con un punto de madurez que le vuelve a hacer inalcanzable.
A sus 32 años y acompañado por su mujer, Antonela Roccuzzo, y sus hijos, Thiago y Mateo, el argentino ha emocionado a todo un auditorio rendido ante alguien que también ganó el 'The Best' el pasado 23 de septiembre en Milán.
Cuatro años han pasado desde que Messi levantara su último Balón de Oro. Cuatro temporadas en las que encadenó, primero, tres Botas de Oro consecutivas y elevó, en total, la cifra de goles en su carrera a 614 en 701 partidos jugados. Fueron años marcados por la ausencia de más Champions en sus vitrinas (una en ocho temporadas) y, en especial, los dos últimos estuvieron marcados por las debacles de Roma y Liverpool.
Una travesía por el desierto de la que se benefició su archienemigo Cristiano Ronaldo, que en 2016 y 2017, con la Copa de Europa en una mano y el Balón de Oro en la otra, empató al astro de Rosario con cinco premios, récord absoluto de esta competición individual.
Pero ahora, el capitán del Barça y de Argentina rompe la historia convirtiéndose en el único jugador con seis coronas. Hubo un único denominador común a lo largo de estos días y horas en los que el Diez no fue Balón de Oro: el único que ha tirado del FC Barcelona con un diferencia abismal respecto al segundo ha sido él. Y por eso y lo que ha hecho durante toda su carrera, la ovación que ha recibido hoy Lionel Messi en París ante el mundo del fútbol explica el premio y, quizá, ilustra a la perfección cómo cerrar la puerta a cualquier tipo de dudas sobre quién es el mejor de todos los tiempos, por lo menos, según el criterio de este galardón.