La jueza de guardia de Alicante ha dejado en libertad provisional a los tres detenidos tras la batalla campal que enfrentó el pasado domingo a aficionados del Hércules y el Castellón, y realiza gestiones para localizar a otros implicados o perjudicados.
El Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV) ha informado de que la magistrada, María Luisa Carrascosa, titular del Juzgado de Instrucción 9 de la ciudad, no ha adoptado para ellos medida cautelar alguna, de acuerdo con el criterio de la fiscalía, aunque les atribuye indiciariamente los delitos de lesiones y riña tumultuaria.
Encapuchados a su salida
Los arrestados son un aficionado del Hércules y otros dos del Castellón de edades comprendidas entre los 27 y los 36 años que, además de comparecer ante la jueza, han sido examinados por forenses. El primero de ellos ha negado su participación en la pelea y ha señalado que únicamente pasaba por la zona cuando resultó agredido, según ha explicado a la prensa su abogada.
"A él se lo encontró la Policía inconsciente en el suelo y se lo tuvo que llevar una ambulancia", ha precisado. Este sospechoso, que presenta varios puntos de sutura por las heridas recibidas, no ha querido hacer declaraciones a la prensa y ha abandonado el Palacio de Justicia de Alicante por una puerta trasera. Por su parte, los dos aficionados del Castellón se han negado a prestar declaración en el juzgado y se han marchado de las instalaciones encapuchados tras intentar sortear a los informadores.
55 identificados
La pelea se produjo el pasado domingo tres horas antes del encuentro entre el Hércules y el Castellón, en las inmediaciones del estadio José Rico Pérez, y se saldó con 55 identificados, tres detenidos y siete heridos. El ayuntamiento de Alicante sospecha que los aficionados de ambos equipos se habían citado previamente en las redes sociales para enfrentarse.
En la riña participaron 58 personas de entre 20 y 40 años con bastones de madera, bengalas, protectores dentales y vestidos de forma similar: con pasamontañas, capuchas y ropas de color oscuro, especialmente los aficionados provenientes de Castellón. La pelea fue advertida desde el primer momento por dos agentes de la policía local que estaban en las inmediaciones atendiendo un accidente de tráfico y que tuvieron que efectuar hasta 16 disparos al aire para disolver el tumulto.