Los rescatados de la cueva de Tailandia fueron trasladados al hospital para ser tratados de desnutrición o posibles infecciones. Ya todos los niños están fuera de la cueva y según han confirmado las autoridades, fueron medicados en el momento del rescate para evitar ataques de ansiedad, aunque no les sedaron.
Con todo listo, pasadas las 10 de la mañana hora local comenzaba el tercer día de rescate para liberar a cinco personas, las últimas que quedan en la cueva. Entre ellas estaba el más joven del equipo de fútbol, de tan solo 11 años, y su entrenador.
Un total de 19 buzos arrancaban en el operativo con el desafío más peligroso para el rescate: la lluvia. Y es que hasta las ruedas de prensa se daban con chubasquero.
Se mostraban optimistas desde primera hora de la mañana y aunque no ha parado de llover en toda la noche, el agua no se ha filtrado al interior de la cueva y las condiciones para el rescate han sido tan buenas como el día anterior.
En ese operativo ha estado trabajando también un buzo español, Fernando Raigal. Uno de sus amigos cuenta que afrontaba esta jornada de rescate "tranquilo con la idea de terminar cuanto antes".
En el mapa con el que han trabajado los buzos se pueden apreciar algunas recomendaciones, como quitarse la botella de oxígeno en zonas estrechas o sumergirse en zonas de mucha profundidad. Un operativo en el que han trabajado sin descanso para poner fin a este encierro que ya duraba más de dos semanas.