Tras caer en el Camp Nou ante el Alavés por 1-2, el entrenador del Barcelona, Luis Enrique, ha señalado que es un encuentro para "mejorar y aprender", si bien ha lamentado que el "resultado es para olvidar".
En la comparecencia de prensa posterior al encuentro, el técnico asturiano se ha señalado como el máximo responsable de la derrota y ha sacado "como conclusión positiva que es el momento de valorar todos los títulos que han ganado" sus jugadores en los últimos años.
"Son partidos para mejorar y aprender, pero si hablas del resultado, para olvidar", ha admitido Luis Enrique, quien ha lamentado la falta de fluidez y la fragilidad defensiva, dos aspectos que explican, en su opinión, el resultado. "En este tipo de partidos es clave no encajar y ser contundente. No hemos estado fluidos en ataque y hemos estado frágiles en defensa", ha añadido.
En este sentido ha explicado que el 1-2 de Ibai Gómez en el minuto 65 les ha hecho mucho daño en un encuentro en el que, según su opinión, no supieron contrarrestar el 5-4-1 de Mauricio Pellegrino. "El 1-2 nos hace mucho daño. Viene de otro error defensivo, otra muestra de fragilidad, y el partido se ha puesto difícil para nosotros. Es un resultado feo ante un rival que hay que elogiar, pero vamos a seguir ahí seguro", ha puntualizado.
Preguntado por las rotaciones que ha introducido, Luis Enrique se ha definido como el "máximo responsable de lo malo que suceda" a su equipo, si bien no ha valorado su decisión de dejar a Messi y Suárez en el banquillo. "Una vez visto el resultado es muy fácil juzgarlo y valorarlo. Esta temporada la vamos a sacar adelante ante todos. Serán 22 jugadores los que lo harán", ha subrayado.
Asimismo, ha defendido a su plantilla al asegurar que "es un gran logro lo que se ha conseguido en los últimos años y eso hace que todos los profesionales del primer equipo lo valoren" y se ha mostrado ambicioso con vistas al futuro: "Queremos ser favoritos a todo pero la realidad es que cuesta".