Romelu Lukaku fue protagonista en la victoria del Inter de Milán en Praga. El delantero belga anotó un gol en la victoria del equipo italiano por 1-3 ante el Slavia de Praga.
Después de marcar el que hubiera sido el 0-2 para el Inter, que fue anulado por el árbitro, Lukaku no quiso festejar su tanto. Se giró hacia la grada que le estaba insultando y se tocó la oreja en señal de protesta.
Cabe recordar que el jugador belga ya ha sufrido insultos racistas esta temporada en la Serie A cuando su equipo jugó en el campo del Cagliari. "Si vuelvo a recibir cánticos racistas, contestaré", afirmó Lukaku.