La jornada de la selección española de fútbol femenino ha sido tan caótica como se preveía. Después de la llamada no consensuada de Montse Tomé de 20 de las 39 internacionales que firmaron el comunicado contra la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), las jugadoras han ido llegando al club Oliva Nova Golf en tandas a lo largo del día.
Las primeras en salir eran el cuerpo técnico de la Selección, encabezado por Montse Tomé, y las seis jugadoras de Real Madrid y Atlético de Madrid, Misa Rodríguez, Oihane Hernández, Olga Carmona, Tere Abelleira, Athenea del Castillo y Eva Navarro.
Después, se esperaba a las jugadoras del FC Barcelona, que han llegado con retraso pasadas las 21:00 horas después de que su avión sufriese una avería. Las del Valencia, Enith Salón y María Méndez, han ido en coche. En una jornada marcada por los silencios y las caras largas de las jugadoras, la única que ha hablado brevemente ha sido Alexia Putellas, que ha reconocido sentirse "mal".
"Pues mal, ¿cómo va a ser?", contestaba al ser preguntada por el sentir de las jugadoras ante esta situación. También ha contestado al ser preguntada por la situación de Jenni Hermoso, que no ha sido convocada para "protegerla", como comentó la seleccionadora, Montse Tomé. "¿Proteger a Jenni de qué? Si está todo bien, ¿no?", preguntaba con todo irónico la jugadora.
En esta larga jornada ha cambiado hasta el lugar de la convocatoria. Se ha pasado de organizar el encuentro en un hotel de Madrid a un 'stage' de Oliva (Valencia), donde las jugadoras entrenarán en un campo que no tiene luz para poder entrenar por la tarde/noche.
El CSD habla de "ridículo" y Víctor Francos viaja a Oliva
En Al Rojo Vivo, el presidente del CSD, Víctor Francos, no se ha mordido la lengua a la hora de valorar una situación que considera "inaceptable". "Ayer hicimos el ridículo como país", ha afirmado, en alusión a esa lista de Montse Tomé con las campeonas del mundo que habían solicitado no ser convocadas en esta convocatoria.
"Las jugadoras con las que ha hablado están mal, la impresión que me he llevado es negativa en el peor de los sentidos. No he visto rencor ni malas formas, sino pesar, tristeza y cansancio, y por eso he decidido ir a apoyarlas. He avisado al presidente de la RFEF (Pedro Rocha) que lo iba a hacer. Que nadie dude que estamos al 100% con ellas y que vamos a hacer los cambios que requiere la RFEF", ha añadido Francos, que mantendrá una reunión con las jugadoras para intentar mediar en la situación.
Tras esta intervención, fuentes consultadas por laSexta han confirmado que en caso de que Francos no logre acercar posturas entre Federación y jugadoras, el Gobierno trasladará a la RFEF que libere a las jugadoras que no quieran estar con el combinado nacional.
Después de esta jornada, el plan de la Selección es claro. Tras entrenar en Oliva, viajarán de Madrid a Goteborg el jueves para jugar -en principio- su partido contra Suecia. Una vez finalice el partido, volarán a Sevilla y desde allí viajarán a Córdoba.
Una convocatoria surrealista llena de mentiras
La primera convocatoria de Montse Tomé como seleccionadora acabó resultando un nuevo esperpento en esta sucesión de réplicas provocadas por el terremoto Rubiales. Tomé llamó a 20 de las 39 internacionales que habían dicho 'no' a la Selección hasta que no se diesen "cambios estructurales".
Al ser preguntada si había hablado con ellas, Tomé aseguró que sí, que había hablado con ellas, pero que no desvelaría el contenido de esas conversaciones. Esta afirmación fue negada por las jugadoras, que no sabían que iban a ser convocadas, enterándose por las redes sociales.
Otra noticia de esa lista de convocadas fue la ausencia de Jenni Hermoso, a quien se buscaba "proteger" tras el caso Rubiales. La propia jugadora emitió un comunicado en el que se preguntaba "de qué o de quién" se la tenía que proteger.
"Me gustaría dejar algo muy claro, hoy se ha intentado argumentar que el ambiente sería inseguro para mis compañeras cuando en la misma rueda de prensa se comunicó que no me convocan para protegerme. ¿Protegerme de qué? ¿o de quién?", decía Hermoso.