"Es el partido de nuestra vida y no podemos hacerlo peor. Entonces, ¿qué vamos a hacer?": así de contundente arrancó Kylian Mbappé un durísimo discurso en el descanso de la final del Mundial de Qatar ante Argentina.

El delantero del París Saint-Germain se mostró muy molesto con la actitud del equipo en la primera mitad del duelo y no dudó en trasladárselo a sus compañeros.

"¿Volvemos al campo y dejamos que ellos sigan haciendo o ponemos un poco de intensidad y entramos en los duelos", prosiguió el galo.

Seguidamente, arengó a sus compañeros para remontar: "¡Tenemos que dar más! ¡Es una final de la Copa del Mundo! Vamos a hacerlo, son dos goles pero podemos remontar. Esto es cada cuatro años".

Ya en la segunda parte, Mbappé anotó dos tantos y mandó la final a la prórroga, marcó su penalti, pero Francia terminó por caer. En la celebración en París, mientras sus compañeros bailaban y cantaban, su cara era un poema.