La final del Mundial de Clubes que jugaron el Bayern de Múnich y Tigres, y que ganaron los alemanes, contó con un equipo arbitral en el que destacaban Edina Alves Batista y Neuza Back, dos árbitras brasileñas. Tras el partido, en la ceremonia de premios, llegó el momento que ha desatado la polémica en redes sociales.
Y es que Sheikh Joaan bin Hamad Al Thani, miembro de la familia real de Catar, no saludó a dichas colegiadas. No chocó sus puños con ellas, mientras que con el resto de árbitros, todos ellos masculinos, sí que lo hizo.
Esta secuencia ha dado la vuelta al mundo. Las redes sociales se han indignado por su comportamiento, uno que desde 'Daily Mail' tratan de explicar afirmando que el Islam desaprueba el contacto físico con personas del sexo opuesto.
No obstante, la imagen de Catar, sede del Mundial de 2022 en una decisión que ha tenido y tiene a la FIFA en el ojo del huracán, vuelve a estar en duda.
El trato a las mujeres y el sesgo que hacen en los temas de derechos humanos, por la propia cultura catarí, vuelve a ponerse en el foco.
Todo, a pesar de que personalidades como Xavi Hernández, exjugador del Barça que vive allí desde hace año, siempre ha defendido a Catar y al bienestar que hay allí.