Si el Villarreal salió del Metropolitano sin encajar ningún gol y con tres puntos en la chistera fue en gran parte por Rulli. El portero amarillo firmó un auténtico partidazo, sobre todo en una salvada bajo palos que evitó el empate. La victoria, claro, también tuvo mucho que ver con el gol de Yeremi Pino.

Fueron los amarillos los que mandaron en la primera mitad. Al menos con la pizarra. Se jugó a lo que el Villarreal quiso. Sacando la pelota desde atrás, obligando al Atleti a desplegarse y encontrando los espacios a la espalda. Así llegaron las oportunidades más claras.

Dos tuvieron los de Unai Emery. Una de ellas acabó en gol, pero fue anulada por mano de Gerard Moreno. La otra la despejó un brillante Jan Oblak, casi el único que recibió aplausos de un Metropolitano impaciente.

En el otro área las llegadas fueron tímidas. Álvaro Morata remató en dos ocasiones, pero no puso en ningún apuro a Rulli. Más le costó aparecer a Joao Félix en esa primera mitad en la que el Atleti apenas tuvo la pelota.

El guion de la segunda parte fue muy similar. En algunos tramos el Atleti no presionaba... y el Villarreal no tenía ninguna prisa, deteniendo incluso la pelota ante los pitidos constantes de la afición local. Simeone agitó entonces el equipo haciendo varios cambios... y Cunha estuvo a punto de marcar en su primera intervención.

Y el gol llegó de la manera más inesperada: con un error defensivo de la zaga rojiblanca. El despeje de Nahuel Molina fue terrible y Yeremy Pino se quedó solo, definiendo a la perfección ante Jan Oblak.

Y entonces llegó el momento de Rulli. Una parada milagrosa evitó el empate. Sacando la pelota cuando casi había traspasado toda la línea. Fue un cabezazo de Carrasco en el que puso la mano saltando hacia su portería. Rulli no lo sabía en ese momento, pero acababa de amarrar la victoria de los suyos. Gerard Moreno marcó el segundo en el último minuto del descuento.