Si al comienzo de la temporada era Vinicius el nombre propio en el Real Madrid, aún sin jugar apenas minutos, en este tramo de curso el protagonismo está siendo para Isco. Y prácticamente por los mismos motivos que el brasileño. El de Málaga no está encontrando su sitio con Solari en el banquillo, y contra el Rayo todos los ojos estaban puestos en él. Más aún tras lo sucedido contra el CSKA.

Eso sí, ni se movió del banquillo. A pesar de las lesiones de Asensio y de Benzema, titulares ambos contra los franjirrojos, Isco no se acercó a la banda para salir... ni tampoco para calentar. En 90 minutos, y en un partido que pedía a gritos o bien cerrarse o bien control por el escueto 1-0, Solari tiró de Ceballos, de Vinicius y de Valverde, aunque este último para perder tiempo. El que fuera para muchos mejor jugador de España en el Mundial ni tan siquiera correteó por fuera de la línea de cal.

Sea por el motivo que sea, Solari no tiene a Isco ni en su once ni como jugador número doce. A veces ni como jugador convocable, como sucedió ante la Roma cuando a pesar de viajar a Italia se quedó en la grada del Olímpico. El de Málaga está pasando prácticamente desapercibido con el argentino en el banquillo, y su ausencia de minutos podría provocar una salida invernal inesperada cuando comenzó el curso.

Su partido contra el CSKA quedó marcado. Titular, en un partido eso sí prácticamente intrascendente, Isco no aprovechó la oportunidad que Solari le brindó. Ausente, en un duelo que además terminó 0-3 contra el Real Madrid. El Bernabéu le dedicó algún que otro silbido, y él supuestamente se encaró con la grada tras una acción individual que no le salió bien. Lo del Melilla, rival poco propicio para sacar conclusiones, fue un espejismo.

Puede venirle bien la 'excursión' al Mundial de Clubes. La escapada madridista, que tendrá como rivales al Kashima y muy posiblemente a River Plate, quizá le venga bien a un jugador que está falto de confianza y con necesidad de coger una óptima forma física en lo relativo a velocidad y resistencia. La calidad, sin duda, está ahí.

Jorge Marín

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