Faustino Asprilla, mítico delantero colombiano, revela en una miniserie sobre su vida el episodio que vivió en 1998 con un grupo de narcotraficantes.
"Me dicen que necesitan mi autorización porque hay dos hombres que se van a quedar en Asunción para matar a Chilavert", afirma.
El colombiano no dio crédito a la petición que le hicieron, respondiéndoles: "¡Ustedes están locos! ¡Van a acabar con el fútbol colombiano! ¡Eso no puede ser! Lo que pasa en la cancha, se queda en la cancha".
¿El motivo de este intento de asesinato? Una agresión de Chilavert a Asprilla en un Paraguay-Colombia de 1997. Tras ese partido, recibió una llamada: "Soy Julio Fierro, ¿puedes llegar al hotel?". Era uno de los sicarios y hombres fuertes de Pablo Escobar.
"Llegué y había 10 personas, borrachos, andaban con mujeres paraguayas", cuenta Asprilla. Ellos sólo tenían un deseo: "Matar al gordo de Chilavert". Afortunadamente, Asprilla evitó que se llevase a cabo la tragedia.