El Mónaco, que oficialmente se ha negado hasta ahora a desprenderse de Kylian Mbappé, ha cedido a la presión del propio jugador, que quiere irse al París Saint Germain, y ha accedido a negociar con el club de la capital francesa, según 'Le Journal du Dimanche'.
El vicepresidente del Mónaco, Vadim Vasilyev, que ante el escenario de tener que renunciar a Mbappé hubiera preferido que fuera en favor del Real Madrid -con el que mantiene muy buenas relaciones-, se ha resignado a discutir con el PSG, que pretende firmar un contrato por cinco temporadas, indicó hoy el dominical.
Los términos de ese contrato se fijaron a mediados de semana con el director deportivo del equipo de París, Antero Henrique, y con el coordinador deportivo, que acudieron a Mónaco, aunque ahora hay que llegar a un compromiso sobre el monto del fichaje.
¿Efecto dominó?
'Le Journal du Dimanche' subrayó que las dos partes saben que se situará en torno a los 180 millones de euros, lo que lo convertiría en el segundo más elevado de la historia, después de los 222 millones que pagó al Barcelona a comienzos de mes el mismo PSG.
Esa cifra aumentará las dudas sobre si el club de la capital francesa va a cumplir con las reglas del juego limpio financiero, por lo que hay rumores de que la operación podría ir acompañada de la venta de alguno de sus futbolistas de plantilla, en particular el brasileño Lucas y el argentino Angel Di María.
En el caso de este último, la hipótesis que se baraja es que se fuera al Barcelona, teniendo en cuenta el interés que tiene por jugar con él su compatriota Leo Messi.
Mbappé, ausente
La hipótesis de un traspaso de Mbappé al Real Madrid era atractiva para el propio jugador, pero -siempre según el periódico- a condición de que se liberara en el club merengue un puesto de delantero, preferentemente el de Gareth Bale.
El joven internacional francés ni siquiera fue convocado para el tercer partido de liga que jugó el Mónaco el pasado viernes en Metz (en el que sumó la tercera victoria sin problemas), de acuerdo con el entrenador, Leonardo Jardim, porque no estaba al 100 % de forma.
El hecho es que la formación monegasca estaba en los últimos tiempos manifiestamente descontenta con la actitud de la joven estrella, que ha dado signos constantes de querer irse.