Sufriendo muchísimo, defendiendo incluso al portero rival. Así logró el Atlético de Madrid su primera victoria en esta Champions League. Fue ante el Feyenoord (3-2), con remontada incluido y un Álvaro Morata bigoleador.

Demasiado pronto empezó con dudas el conjunto de Diego Pablo Simeone. A los siete minutos, en una jugada muy desafortunada, Mario Hermoso anotó en propia puerta y colocaba al Feyenoord por delante.

Pero la alegría rival, con miles de aficionados en lo alto del Metropolitano, apenas duró unos minutos. Morata igualó el duelo tras una revisión de VAR por posible fuera de juego de Saúl.

Y cuando mejor estaba el Atleti, con llegadas constantes, el Feyenoord se volvió a adelantar. Hermoso rompió el fuera de juego en una jugada de estrategia y Hancko anotó tras una mano salvadora de Jan Oblak. Otra vez a remar. Y la igualada llegó al filo del descanso con Griezmann sacando una precisa chilena.

Morata volvió a aparecer. Otro remate en el área. Otro gol. Qué comienzo de temporada el suyo. Remontaban los rojiblancos nada más volver de vestuarios.

Pero para lograr la victoria mucho debían sufrir los de Simeone. Incluso defendiendo al portero en la última jugada. Malos recuerdos de lo que ocurrió en Roma. Pero esta vez sí. Llegó la victoria. La primera del Atleti en esta edición de la Copa de Europa.