Los equipos de rescate, que se encuentran trazando un plan para sacar al grupo de la cueva, han entregado alimentos, agua y material sanitario a los miembros del equipo, que llevan ya diez días atrapados, según ha informado la cadena de noticias BBC.
Los trece desaparecidos, que podrían pasar hasta cuatro meses en el interior de la cueva, fueron hallados con vida después de que los buzos lograran reducir la entrada de agua en la cueva. Todos ellos se encuentran a unos 4 kilómetros de la entrada de la gruta.
El gobernador de la región de Chiang Rai, Narongsak Osathananakorn, había indicado con anterioridad que por el momento no podían ser rescatados. Los buzos británicos John Volanthen y Rick Stanton, que colaboraban con los equipos tailandeses, han sido los primeros en llegar al lugar en el que se encontraban los menores, que estaban subidos a una roca de grandes dimensiones.
Los miembros del equipo, doce niños de entre 11 y 16 años, y su entrenador, un joven de 25, quedaron atrapados en la cueva -situada en el bosque de Tham Luang Khunnam Nang Non, ubicado en el distrito de Mae Sai- debido a las inundaciones registradas en la zona a causa de las lluvias torrenciales.
Los equipos médicos han atendido al grupo, según ha explicado Narongsak, que ha indicado que los menores únicamente presentan pequeñas heridas.
"Solemos clasificar su condición médica como roja, amarilla o verde. Ayer, de forma no oficial, los clasificamos a casi todos como verdes", ha manifestado Narongsak.
Generalmente, los visitantes sólo pueden aventurarse unos 700 metros en el interior de la cueva. Las autoridades estiman que el grupo habría avanzado más allá de lo permitido.